jueves, 10 de diciembre de 2009

Cuando la cena de nochebuena se parece mas a una merienda de negros

Ya se acerca la estupenda fecha de la Navidad. Es una fecha que siempre me ha encantado y aunque este año se me va a hacer un poco mas cuesta arriba de lo normal, mis propositios siguen siendo disfrutarlas, pero seguro que viene alguien y lo jode, como es habitual.

El otro día conversando con amigos ellos me contaron lo que para mí es una ilusión hace años, pasar unas navidades lejos de todo lo que se refiera a familia, en un sitio donde se lo pueda uno pasar bien pero sin gente conocida, para que así uno pueda hablar y decir lo que quiera con las normas básicas de educación y si te he visto no me acuerdo.

Y es que se tiene la manía de que la gente se reuna en navidad y sacar a colación ya sea en la cena ya sea en otro momento aquellas cosas pendientes que se han dejado atrás y que han ocurrido a lo largo del año o de otros años, que hay personas que lo tienen guardado durante años y cuando menos te lo esperas te salta la liebre.

Ellos comentaban que una cena de navidad en la que hay que medir las palabras, porque si hablas con una persona se enfada la otra y viceversa, no es cena de navidad, o una cena de navidad en la que hay gente que parece que se regodea contando sus penas y sus problemas como si los problemas cuando uno saliera de la cena, no nos estuvieran esperando en la puerta y no pudieramos dejarlos fuera, no es una cena de navidad, es una merienda de negros.

Asi es muy difícil mantener el espiritu navideño y lo que los niños recordaran siempre es que las reuniones familiares son un coñazo y llegara un momento en que no querran ir ni atados, porque nos ha pasado a todos y si encima no hay un aliciente, dificilmente se va a mantener ese deseo por parte de los hijos de reunirse en familia cuando lo único que ven es las rencillas se mantienen ahi enquistadas.

Pocas personas he oido yo que hayan dicho lo estupenda que son sus navidades a nivel familiar, y algunos de los casos que he oido han sido personas que en un momento dado algún miembro de la familia ha sufrido un duro golpe en forma de enfermedad que incluso despuees ha llegado a ser mortal. Y por eso pienso ¿tenemos que esperar a que un familiar nuestro falte y que la vida nos de un buen campanazo para valorar lo que tenemos?

Que verdad aquella cuando se dice que la gente valora lo que tiene cuando lo pierde, y sobre todo la salud es la mas valorada y la que menos tenemos en cuenta.

Tengo un matrimonio de amigos desde hace ya mas de 10 años y que ultimamente están teniendo varios golpes no muy gordos pero si de esas cosas que van una detras de otra, y puedo garantizar que este año será como otro cualquiera con respecto a la celebración de la navidad y si no estuvieran con sus respectivas familias incluso mas, pero harán todo los posible porque sus hijos tengan una estupenda navidad y yo los echare de menos.

Y conozco a otros muchos que sus navidades serán espantosas y seguro que no suspiraran y diran tanto "dios mio" como otras personas que con muchos menos problemas a sus espaldas van por la vida de martires y en la navidad parece que se empeñana en fastidiarsela a los demas. Ahí sí que preferiría un poco de "hipocresía navideña", pero es verdad que ya cuando hay tanta confianza entre la gente se pierde el respeto, por eso adoraría vivir unas navidades fuera del ambiente familiar para que fueran "hipocritamente navideñas". Alguién puede pensar que eso tampoco es espíritu navideño, pero será que como a mi me educaron de una forma que antes muerta que hacer que los demás se sientan incomodos en ciertas situaciones, pues se me hace raro que la gente se junte voluntariamente para joderse viva.

Ahora buscaremos una receta adecuada para esta entrada.




SOLOMILLO IBERICO DE CERDO RELLENO

Ingredientes:
  • Dos solomillos ibéricos de cerdo
  • Pasas sin pepitas
  • Ciruelas sin hueso
  • Dátiles sin hueso
  • Piñones
  • Patatas puqueñas
  • Manzanas
  • Cebolla
  • Ajos
  • Jamón serrano
  • Queso en lonchas
  • Aceite
  • Sal
  • Vino blanco
Se le dice al carnicero que abra los solomillos para rellenar como si fueran un libro o un gran filete y se le va poniendo dentro las pasas, ciruelas, datiles, piñones, jamón serrano y lonchas de queso. Se ata bien con un hilo de algodón y se aparta.
Mientras en una cazuela se hace un sofrito con la cebolla, el ajo, aceite de oliva y cuando este humilladito se echan los solomillos y se sofrien un poquito hasta que esten por fuera hechos.
Ahora llega el momento de añadir el vino, agua y se le pueden añadir ciruelas, datiles y pasas ademas de piñones, y manzanas, y se deja cocer hasta que el solomillo este hecho, que calculo una hora a fuego lento y que ademas sirve para reducir la salsa.
Cuando lleguemos al punto de que el solomillo este hecho unos 10 minutos antes de echan las patatas, cuando estas hayan cogido el sabor se saca el solomillo, y se sacan las manzanas y las patatas y algún datil y pasas, y todo lo que queda en la salsa se pasa por la batidora hasta conseguir una salsa espesita.
Para la presentación se corta el solomillo despues de quitarle el hilo de algodón en rodajas de un dedo de gruesas, estando ya frio y con cuidado para que no se desmorone y se le rocía con la salsa colocando las patatas y algunas ciruelas y datiles que no se hayan pasado por la batidora.
Y buen provecho.